Los muchachos y las muchachas de la CEMU, la CiudadEscuela Muchachos de Leganés, están organizando durante estas últimas semanas diferentes actividades de ocio al aire libre, aprovechando las últimas horas del día, para mitigar las altas temperaturas y compartir juntos momentos y experiencias especiales.
Por ejemplo, junto a sus educadores y educadoras han realizado diferentes proyecciones cinematográficas nocturnas en zonas de césped de nuestra pequeña ciudad a escala infantil, aprovechando el frescor de nuestra piscina.
Además, para dar la bienvenida al mes de agosto, los chicos y chicas de los hogares de la CEMU han celebrado una divertida ‘pool party’ con disfraces hechos a mano y preparados durante toda la semana, con premios para los más originales y una cena al aire libre.
Estas actividades de ocio y tiempo libre forman parte del Proyecto para la promoción de la educación, sanidad y calidad de vida de niñas, niños y adolescentes en situación de vulnerabilidad, subvencionado con cargo al 0,7 % del IRPF 2023.
Entre otras, la CEMU ha participado recientemente en la Semana del Medio Ambiente del Ayuntamiento de Leganés, ha realizado talleres de sensibilización ambiental entre sus residentes y ha ejecutado un plan de renaturalización y repoblación del arbolado en sus instalaciones.
La vegetación de la CEMU, un ‘refugio climático’ natural
Ante los episodios de altas temperaturas del verano, nuestra CiudadEscuela cuenta con espacios verdes repletos de vegetación que funcionan como ‘refugios climáticos’ naturales. La gran variedad de árboles, el huerto urbano o el jardín floral son característicos de la CEMU desde su fundación y han ido creciendo con los años gracias a los cuidados de trabajadores, voluntarios y ciudadanos comprometidos.
De igual manera, dentro del Plan de Transformación Digital de la CEMU se incluye su transformación en una ‘Smart City’ o ‘Ciudad 5.0’, uno de cuyos objetivos es la sostenibilidad ambiental. En ese sentido, la CiudadEscuela cuenta con más de 3.000 metros cuadrados de zonas verdes, muchas de las cuales se han digitalizado con riego o encendido de luces automáticos, gestión sostenible de basura o aplicación de la tecnología al mantenimiento de las plantaciones.
El cuidado del medio ambiente y la importancia de la flora son fundamentos presentes de manera constante en nuestro día a día. Así lo refleja nuestra ‘Constitución del Niño’, diseñada, escrita y dibujada por Tío Alberto, fundador de la CEMU en 1970. Por ejemplo, en su ‘Dodecálogo de los Niños’, señala:
“Responsables de la naturaleza salvaje (campos y
praderas, bosques y selvas); pulmón de la Vida y
refugio de vidas. Y responsables de la naturaleza
doméstica: los árboles y las plantas que alegran
nuetras casas, que nos dan sombra y frutos.
Ellos, como cualquier ser vivo, sienten la
presencia de quien los quiere o les hace daño; se
alborozan cuando se acerca su buen jardinero, y
se deprimen cuando el golfo los maltrata; lástima
que les falte la sonrisa y las lágrimas, la voz para
gritárselo”.
